Impacto medioambiental

Estas son las plantas invasoras que afectan a los ríos extremeños

Estas especies exóticas pueden llegar a desplazar la vegetación nativa y amenazar el agua potable, como alertan desde Talaván con la Ludwigia peploides

Plantas invasoras en los ríos extremeños

Plantas invasoras en los ríos extremeños / El Periódico

Jorge Segura

Camalote, nenúfar mejicano, azolla o Ludwigia peploides son plantas invasoras que colonizan los ríos extremeños y ponen en peligro su ecosistema y biodiversidad.

En la capital pacense llevan años luchando contra el camalote y nenúfar mejicano, dos plantas invasoras que afectan al cauce del río Guadiana a su paso por la ciudad. Y en otras zonas de la geografía extremeña proliferan exóticas como la azolla, que hace dos años llegó a las aguas del Parque Nacional de Monfragüe.

Camalote

El camalote, también conocido como jacinto de agua, es una planta acuática de libre flotación, muy variable en tamaño, con hojas desde pocos centímetros hasta el metro de longitud. Inicialmente, las hojas son elongadas, pero en seguida desarrollan una forma espatulada con los peciolos hinchados a modo de flotador. Las raíces son plumosas y se desarrollan en la base de las hojas, formando una densa masa, de color blanco cuando se desarrollan en la oscuridad total o negro violáceo en el campo.

El jacinto de agua compite agresivamente con la flora nativa, desplazándola. Además, reduce la cantidad de luz que penetra en el agua y disminuye los niveles de oxígeno disuelto, con consecuencias nefastas para la biocenosis nativa. También tiene un impacto económico, y es que reduce la cantidad de agua de lagunas y balsas de agua de riego, para consumo humano, etc., dificulta el uso recreativo del agua y el paso de embarcaciones, y atasca canales de riego, bloquea turbinas, etc. Por otra parte, esta especie crea las condiciones ideales para la proliferación de mosquitos.

Camalote

Camalote / El Periódico

Nenúfar mejicano

El nenúfar mejicano, conocido también como plátano de agua, es una planta acuáticaflotantee con espesos y gruesos rizomas, y largos y esponjosos estolones que soportan pequeños racimos de raíces curvas, carnosas y amarillas, parecidas a plátanos en miniatura. Tiene grandes hojas flotantes, de hasta 25 centímetros de largo, verdes y planas, glabras, de ovadas a elípticas, con un patrón púrpura o marrón.

Aparece en aguas estancadas o de lenta corriente, invadiendo humedales, lagos, canales, etc. Tiene reproducción sexual y también vegetativa (a partir de los estolones).

Nenúfar mejicano en el Guadiana

Nenúfar mejicano en el Guadiana / El Periódico

Esta especie exótica disminuye la penetración de la luz en la columna de agua y aumenta la eutrofización y desplaza y llega a hibridar con otros nenúfares autóctonos. Como otras invasoras, su principal vía de entrada en los ríos es intencional, como especie ornamental.

Azolla

El nombre común de la azolla es helecho de agua. Este género agrupa a varias especies de diminutos helechos acuáticos que flotan libremente, de gran plasticidad morfológica y fenotípica. Cuentan con un rizoma principal que se ramifica en rizomas secundarios con raíces adventicias marrones y numerosas que cuelgan en el agua. Los tallos, de hasta 15 cm de largo, están muy ramificados.

Azolla en Cedillo.

Azolla en Cedillo. / Cedida

La azolla suele aparecer en aguas limpias y remansadas (humedales, estanques, charcas, canales, acequias, balsas de riego, etc.), creciendo tanto en condiciones soleadas como a la sombra. Se reproduce por esporas y por fragmentación. Gracias a su asociación con A. azollae, puede crecer en aguas defi cientes en nitrógeno. Esta invasora modifica la biocenosis de los ecosistemas acuáticos invadidos, pues disminuye drásticamente la concentración de oxígeno disuelto en el agua y la capacidad de penetración de la luz en la columna de agua. También puede llegar a eliminar a la vegetación acuática nativa y facilita la proliferación de mosquitos.

En las últimas semanas, esta especie invasora ha vuelto a hacer acto de

su paso por la Reserva de la Biosfera. Esta situación ha sido denunciada por el presidente de Amigos de Monfragüe, Francisco Castañares, que teme que la planta se extienda al embalse de Alcántara y afecte al Parque Nacional de Monfragüe.

Ludwigia peploides

En Talaván, Hinojal y Santiago del Campo se han unido para luchar contra el duraznillo de agua o Ludwigia peploides, una invasora que está colonizando las aguas del embalse que surte de agua a estos municipios cacereños.

Este género, muy grande y diverso, abarca a unas 82 especies de plantas herbáceas acuáticas emergentes, perennes y rizomatosas, enraizantes. Suelen ser plantas robustas, con tallos erectos, hojas similares a las del sauce, dispuestas de forma alterna y algo peludas, sin estípulas, y con vistosas flores actinomorfas, solitarias, axilares, brillantes, de color amarillo, normalmente de 5 pétalos, pedunculadas, con cáliz persistente.

Es una especie de gran plasticidad fenotípica que se reproduce por semilla y a partir de fragmentos de la planta. Forman esteras muy densas, a veces flotando libres y otras veces enraizadas. Aparecen en aguas remansadas, acequias, canales, arrozales, etc., de zonas cálidas.

En altas densidades pueden llegar a modificar las condiciones físico-químicas del agua, contribuyendo al agotamiento del oxígeno en el agua. Además, desplazan a los macrófitos dulceacuícolas nativos, y pueden formar diques vegetales en ríos y canales, dificultando la navegación y el aprovechamiento pesquero.